miércoles, 15 de agosto de 2007

Fichajes

Obra: Personas, Sociedades y Culturas
Autores: ALONSO, Maria. BACHMANN, Lía. CORREALE, Maria del Carmen.
Editorial: TROQUEL
Primera Edición: Febrero de 1997
Buenos Aires, Argentina.
“Identidad, niñez y juventud en la Argentina de hoy”.
Capitulo 5: Los derechos de los niños y los jóvenes en la sociedad actual.
Pág. 58, 59,60.

Resumen:
Cuando los chicos trabajan, en especial los menores, muchas veces no tienen la posibilidad de estudiar. Sólo pueden dedicar muy poco tiempo a la educación, tienen que abandonar los estudios o, directamente ni siquiera llegan a ingresar a la escuela.
Por otra parte, cuando necesitan conseguir empleo, el bajo nivel educativo los pone en desventaja en relación con quienes pudieron llegar a u nivel de educación medio o alto. En éste caso, es justamente el cumplimiento del derecho a la educación el que debería prepararlos para cuando sean adultos y entren al mundo del trabajo.
Además, en general, en los trabajos que no requieren mucho conocimiento se pagan los salarios más bajos. Es decir, el hecho de que los chicos trabajen, implica que estén asumiendo responsabilidades y roles propios de los adultos.
El trabajo impide o dificulta que se hagan efectivos, derechos propios de los niños.
Investigadores de ésta problemática concluyen, que la mayoría de los chicos de la calle tienen familia y mantienen con ellas lazos muy significativos, pero están en la calle porque son pobres y llegan allí en busca de trabajo para la supervivencia y a causa de situaciones de crisis familiar.
Algunos van a la escuela y otros ya descertaron; muchos de ellos, algunas vez, ya pasaron por internados, juzgados y/o comisarías antes de volver a las calles.

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Obra: Educación Cívica 3
Autores: SABSAY, Daniel. CASULLO, Alicia. FERNÁNDEZ, Palmira.
Editorial: SANTILLANA
Primera Edición:
Buenos Aires, Argentina.
“Sociedad”.
Capitulo 3: La Minoridad
Pág. 48, 49, 50.

Resumen:
Muchos niños de familias de clase muy baja, la mayoría de las veces, quedan condenados a la ilegalidad. Trabajan, no van a la escuela, vagan por las calles, mendigan, padecen hambre y los peligros se multiplican. Constituyen una población de alto riesgo.
Estos chicos trabajan ya sea para sus padres, ya como peones asalariados, particularmente en las regiones rurales donde a menudo prestan servicios en el campo o se encargan de labores domésticas o de la crianza de losa hermanos menores. En las zonas urbanas muchos niños vagan por las calles en busca de comida o de pequeñas ocupaciones ocasionales. Otros son llevados por adultos para mendigar.
La situación de éstos últimos se torna muy crítica ya que no asisten a la escuela y lamentablemente un trabajo no les redituaría lo que obtienen de la mendicidad, cosa que torna prácticamente muy difícil incorporar nuevamente estos niños a la vida social útil.

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Obra: Formación cívica y moral 1.
Autores: GARCÍA, César. GARCÍA, Apolinar.
SAINTE CLAIRE Editorial SRL
Primera Edición: 1980 Capital, Buenos Aires, Argentina.
"Responsabilidades".
Capitulo 2: La Familia
Pág. 45, 46.

Resumen:
Algunas veces los niños trabajan en casa para permitir que sus padres puedan trabajar fuera. En muchos casos, especialmente las niñas, están encargadas de las tareas domésticas o del cuidado de los hermanos menores mientras los padres permanecen fuera del hogar.
Los bajos sueldos provocan que varias personas dentro de una misma familia deban trabajar para poder mantener un mínimo de ingresos. Los niños se convierten así en una mano de obra necesaria ya que la situación económica de muchas familias sería más precaria sin la aportación de sus hijos.
En algunas ocasiones, los contratos de los padres por trabajo a destajo, hacen que los hijos deban unirse a trabajar con ellos.
La necesidad de aportar ingresos a la economía familiar provoca que el trabajo se priorice sobre la asistencia a la escuela. Los niños trabajadores no suelen tener tiempo para acudir a la escuela y los pocos que pueden, terminan tan cansados que su rendimiento escolar es muy bajo.
A menudo, sus ausencias escolares conciencian porque la familia carece de medios para enviarlos.
Otras veces, los planes de estudio están poco adaptados o no son atractivos para las necesidades de las comunidades a las que están dirigidos y los beneficios de la instrucción no son inmediatos, algo difícil de aceptar cuando debe lucharse por la supervivencia cada día. Además, las escuelas carecen de recursos suficientes para dar una enseñanza de calidad o están masificadas.
Todo esto puede hacer que los padres, que a menudo no acudieron a la escuela en su infancia, tengan cierto recelo a que los niños "pierdan el tiempo" en la escuela pudiendo ayudar en sus casas, algo que es mucho más frecuente en el caso de las niñas, ya que se le da menos importancia a su educación. También ven en el trabajo la mejor fortuna de preparar a sus hijos para el futuro.